BANDERA ROJA

A veces lo ves en las noticias: “ahora te pueden poner una denuncia por no hacerle caso al socorrista o por ir sin camiseta por el paseo de tal playa” y después de cuestionarnos hasta dónde vamos a llegar, estas noticias suelen quedar en el olvido o como una cosa curiosa.

¡Hace calor!. ¡Este domingo nos iremos a la playa!. Y tras de haber descuidado ver las previsiones del tiempo, nos levantamos de la cama dispuestos a gozar de un día de sol y baño. Preparamos todo lo necesario y después de recorrer unos sesenta y tantos kilómetros con todo el sol de la carretera, llegas a la playa y buscas desquiciadamente donde aparcar. Después de dar vueltas y más vueltas, por fin encuentras tu lugar. Coges la sombrilla, la hamaca, la comida, la crema solar y la toalla y te dispones a caminar un buen trozo porque has tenido que dejar el coche allá a lo lejos. El sol está cada vez más alto y con gran avidez deseas meterte dentro del mar. Cuando estás llegando a la línea de costa te percatas de la brisa como una bendición que por un momento te libera del calor que arrastras desde la ciudad. Ya en la playa, lo que parecía una brisa ha puesto unas olas en el mar que han marcado desde la arena con unas banderitas rojas. Desafiando este color, con total seguridad de un mismo, porque al fin y al cabo el agua no te pasa del ombligo hasta un buen trozo mar adentro, empiezas a saltar las olas con la ilusión de un niño. Después de oír pitar a los socorristas como si estuvieran de carnaval, decides salir pero no tardas en percatarte que han venido dos “quads” conducidos por policías uniformados como los de nuestra ciudad, pero con pantalones cortos. ¡Parece gracioso!. Oyes a un joven socorrista depilado y envalentonado, porque también su novia está cerca, diciendo que con bandera roja no se puede tomar el baño y que el agua no nos puede pasar desde tobillos, acabando con un "caballero" que suena de cualquier manera menos educado. Esta vez ha habido suerte. Le han pedido la documentación al último que ha salido del mar. Un muchacho alto y un poco encorvado, que parece extranjero y que "luce", si se que se puede decir así, un slip de tigre. ¡No podía ser a otro!.

Así se que si encontráis bandera roja y por sí a caso, id con cuidado y haced caso a los socorristas, que su principal función es evitar las tragedias, no salvar vidas como nos han hecho creer.