RECUPERACIÓN DE METALES

Durante algunos años estuve trabajando en una fábrica donde se hacían máquinas para el reciclaje de cualquier materia: plásticos, cartón, tela, residuos orgánicos, metales... A pesar de que el reciclaje ha estado cobrando importancia en los últimos años y hay grandes empresas, serias, de prestigio, respetuosas con el medio ambiente, quizá también ha sido una profesión mayoritariamente no demasiado bien vista, porque ha estado atribuida o llevada a cabo por un determinado tipo de gente sin muy buena fama. A estas personas, seguramente no les ha importado mucho el medio ambiente, o el bien común, sino la propia subsistencia, incluso, llegando a romper o hurtar metales de las calles o cableado eléctrico de los parques para venderlos después a los chatarreros.

Así, siempre me suena un tanto gracioso el anuncio de la radio que habla de la “recuperación” de metales, pero en este caso, de mayor valor que el hierro o el cobre. Ahora que quizá no hay demasiado dinero, las personas que tienen joyas llegan a venderlas y está de moda la compra de oro, sí, un metal, pero no de cualquier tipo. Para mí eso no constituye una verdadera “recuperación”, sino más bien una inversión, quizá con un componente más lucrativo que la de la recuperación de otras materias menos decorosas y como medio de vida.

Paseando por diferentes lugares donde sé que antes había algún viejo poste metálico para el cableado eléctrico, o incluso cerca de fábricas abandonadas, he podido ver gente cortando a mano esos metales, seguramente para llevárselos y después venderlos para “ganarse la vida”, como a menudo dice esa misma gente con la que también he tenido la oportunidad de tratar.

Lo cierto es que me parece muy bien que se pueda reaprovechar esas cosas que pueden estar abandonadas y que también permiten subsistir a otras familias en estos tiempos de crisis, eso es para mí una verdadera “recuperación”, pero cada vez que veo esa gran cruz de hierro encumbrando una de las cimas de nuestro alrededor, me pregunto: ¿no llegaremos a despertarnos un día y no verla porque a  alguien se le haya ocurrido “recuperarla”?.