SEXO GRATIS

Sin duda estas dos palabras atraen mucho la atención, y más si van juntas. Es por este motivo que ante las recientes polémicas que el tema sexual nuevamente ha causado en nuestra sociedad, en esta ocasión me atreve a dejarme arrastrar por el plagio citando algunas ideas que considero bastante clarificadoras e interesantes en materia de sexualidad humana, que derivan de uno de sus temas del libro que estoy leyendo, eso sí mezclándolas en esta pequeña síntesis que obra ahora delante de los vuestros ojos, no sin antes haberle pedido permiso al autor, qué es quien lo explica mejor que yo.
"Cuando la hembra de la especie humana se puso en igualdad de condiciones con respecto al macho, pasando a no depender del período de celo y el cambio de la fisiología de la respuesta sexual femenina, la sexualidad humana se desarrolló de tal manera, que gradualmente perdió importancia el instinto de conservación individual y de la especie. Ante esta posibilidad tan abierta, las comunidades debieron poner restricciones a este instinto, como vínculos sexuales limitadores de la sexualidad, como por ejemplo el matrimonio, o normas morales y legales que impiden la actividad sexual fuera de esos vínculos o fuera del esquema tipo de una actividad sexual oficialmente admitida. Pero hay que diferenciar entre las restricciones legales y morales y los comportamientos reales de los individuos. Así la ley deja de cumplirse en muchos casos: adulterio, homosexualidad, poligamia, incesto, violaciones, pedofilia...
Vemos que las actitudes en una cultura no tienen una exacta expresión en los comportamientos, siendo las restricciones desbordadas por la intensa fuerza de la sexualidad humana, es decir que la sexualidad trasciende las restricciones culturales, a pesar de que se pueda ver afectada por estas. En este sentido, la biología va por un lado y la cultura por otro, pero es la cultura la que permite un proceso de adaptación más rápido al entorno que la propia biología.
Así, parte de esa energía buenamente reprimida por la cultura, es canalizada hacia la creación, la invención, la investigación científica, en hacer progresar la civilización, en la actividad artística. Es lo que se denomina "sublimación", que aparte de ser necesaria, también es beneficiosa, siempre y cuando el individuo tenga relativamente satisfecho su instinto. Pero también el individuo solitario, incomunicado, insatisfecho, piensa y piensa en cómo hacer para salir de esa soledad e inseguridad y crea y se aferra a ideas o dogmas que le hablan de “la verdad” o “lo mejor” y que quiere imponer a los otros, empleando toda esa energía reprimida que deriva de una sexualidad patológica y que va mezclada con agresividad y deseo de poder.
Pero para sublimar, primero debe quedar satisfecha esa necesidad de contacto íntimo, que proporcionaría la propia autoafirmación y el placer necesario e inevitable para la madurez y el crecimiento personal del ser humano, porque una vez satisfecho, el individuo no tendría nada que reprimir, sino muchas cosas que hacer con una energía transformada y sobrante”.
Bibliografía: Sed de Piel, de Lucas Matheu