LA INVASIÓN DE LOS ORCOS

Perdido el trabajo, arrastrados por los préstamos o las hipotecas y el hecho de tener que mantener una familia, ha producido que un movimiento de gente haya empezado a manifestarse por las calles, delante de los ayuntamientos, en los medios de comunicación... En nuestra ciudad, mientras por un lado unos distraen a los que tienen el poder y el control, por las tierras bajas del centro un grupo de orcos se dedica a ir arrancando toda clase de partes metálicas del mobiliario urbano: tapadoras de los alcantarillas y desagües, de los registros de agua, barandillas, fuentes...
Con seguridad puedo decir que fundirán esos metales, en el mejor caso, llevándolos a establecimientos de recuperación de metales a cambio de un dinero para mantener lo que parece que los servicios sociales no les acaban de cubrir, pero también me atrevo a imaginar que quizá irán a fundir esos metales para hacer las armas de su ejército y preparar una invasión que cree racismo, miedo, separación, pero sobre todo mucha suciedad y accidentes cuando algún despistado meta la pata en cualquier alcantarilla al descubierto.
Ahora empiezan a hacerse algunas actuaciones defensivas por parte de un grupo de mercenarios que se dedican a soldar estas tapadoras, o por lo menos las que aún quedan, pero continúan sin ser suficientes, porque los orcos son más, están organizados y no tienen la limitación horaria de los mercenarios. ¡Ellos atacan por la noche!.
Así todo el mundo dice que no hay trabajo, pero yo veo por todas partes: Parques sin vigilancia o sin mantenimiento, fachadas para limpiar de las pintadas, parajes naturales que desbrozar, árboles que podar, aceras o calles que reparar, personas dependientes que atender, barrancos que limpiar, guías que acompañar los turistas por nuestra ciudad y entorno, casas vacías que arreglar o derribar, bancos que pintar...
¿Pero quién pone el dinero para pagar todo eso?. Ese es el verdadero problema: trabajo hay, lo que no hay es dinero para pagarlo. Unos porque se han llenado mucho los bolsillos y han desbancado el mercado, otros porque visto el panorama no se arriesgan a invertirlo, otros porque todo esto les resulta indiferente,...
Todos esperan que no tardemos en salir de esta crisis, pero lo cierto es que se alarga mucho y tampoco se ven muy buenas perspectivas aún. Se hacen anuncios en los que se dicen que todos juntos podemos salir de esta, pero lo cierto es que continuamos muy dispersados y mirándonos el ombligo. Visto el teatro de la política y el apoyo que la gente más adinerada da para crear puestos de trabajo, quizá hay que proponer medidas en apariencia absurdas, pero que de manera semejante ya se llevaron a cabo hace unos años en nuestras tierras para la creación de una hogar infantil aquí arriba en la montaña: seguro que dos o tres euros al mes no suponen mucho para cualquier "mileurista" que se lo puede gastar en café. Entonces por cada mil euros de sueldo, se podría crear un fondo en el que poniendo cada uno, por ejemplo dos euros, pagar algunos nuevos puestos de trabajo en beneficio de nuestra ciudad y sus habitantes.
Falta saber si cabe confiar con la política para la administración de este fondo y si todos seríamos suficientemente solidarios con aquellos que no tienen trabajo.