SUICIDIO

Hace poco me dijeron que un joven más se había quitado la vida en nuestra ciudad, y a pesar de que no es la primera vez que esto sucede, parece que son los puentes, que tanto abundan y que también nos caracterizan, la opción preferida para acabar con el hastío que a veces nos rodea en este mundo. Cuando se trata de una persona joven, nos puede llamar más la atención, dado que ellos están abiertos a más posibilidades al tener toda una vida por delante y contar también con más recursos que quizá antes no había, pero parece que esto no siempre es suficiente. También resulta curioso que tampoco se hable demasiado del tema y quizá son hechos que siempre quedan en la sombra, así como de la misma manera la posibilidad de buscar una solución.
Quizá hay que preguntarse porque una persona puede llegar a ese extremo. La respuesta puede encontrarse en que la desbordaron problemas como un fracaso amoroso o en los estudios, sentimiento de soledad, dolor, tedio, desesperación, incomprensión...
Me cuesta de creer que nadie se haya dada cuenta antes de que una persona tenía unos problemas que llegaban a ahogarle tanto, hasta el punto de desear quitarse la vida, y que pudieran haber tratado de darle el apoyo que necesitaba. Evidentemente, en situaciones así, pienso que falta mucho una buena comunicación en todos los entornos. Ahora debo confesar que en alguna ocasión de mi vida, también han pasado por mi mente ideas de quitarme del medio, sintiéndome completamente solo, vacío, decepcionado, pero puedo decir que siempre se puede superar; que a pesar de que la vida a menudo es muy dura, siempre hay algo que vale la pena y el mundo está lleno de nuevas posibilidades, incluso situaciones mucho mejores que los mayores de nuestros problemas y por las que merece la pena vivir hasta la fecha de caducidad de nuestro cuerpo.
Es necesario decir que no hay que dejarse arrastrar por el hastío ni la desesperación, que quizá un día creamos haber llegado al fondo de la situación más oscura, pero tarde o temprano saldrá la luz y esta brillará con gran intensidad. Quizá hay que añadir que ante un obstáculo que percibimos nos desborda, lo mejor es no cerrarse, mantener la calma y buscar apoyo en cualquier amigo, familiar o profesional que nos acompañe hasta que pase la tempestad.