COMPRA SOLIDARIA

Cada vez crece más el número de personas que el paro deja sin los ingresos necesarios para hacer frente a gastos como la luz, la contribución, la hipoteca o el mantenimiento de la familia y la situación no parece a que vaya a mejorar pronto, por mucho que algunos políticos prometan que pueden solucionar, sólo con la intención de ganar votantes.

A menudo estas personas se ven forzadas a recurrir a la caridad, situación poco fácil y quizá humillante. Pero de alguna manera, tenemos suerte que en nuestra ciudad hay bastantes asociaciones, ONGs o congregaciones religiosas que responden a algunas de las necesidades de estas personas y en nombre de la fe, de la solidaridad o del altruismo, por lo menos les dan comida, pero de alguna manera, quizá cada uno hace esta labor de manera descoordinada con los otros recursos que hacen acciones semejantes y acaban haciendo o donando casi lo mismo, algunos buscando la satisfacción personal, otros queriendo agradar a Dios o también habrá quien lo haga persiguiendo méritos propios o incluso, alcanzar estadísticas.

Normalmente los recursos de los que se disponen en estas entidades o agrupaciones suelen ser limitados para el volumen de gente que acaban atendiendo, y más con las situaciones que estamos viviendo con la crisis y todo el mundo recurre a la solidaridad del resto de la sociedad, que en la mayoría de los casos, es bastante indiferente a las desgracias ajenas y sólo toman un poco de conciencia cuando los medios de comunicación nos lo ponen dramáticamente en los titulares. A menudo se piden donativos en forma de dinero que no se sabe muy bien donde van a parar y creo que a veces tampoco hay demasiada transparencia en lo que se hace.

De alguna manera, pienso que todo el mundo va al supermercado y hace su compra de la semana y que si quizá cada uno incluyese alguna pequeña cosa que dar a la gente que lo necesita, por ejemplo, recogiéndolo en la misma tienda, ayudaríamos a mejorar la situación de mucha gente, ahora bien, igualmente sería necesario gestionarlo de manera eficiente y coordinada.

Por mi parte, conozco muchas de las entidades que hacen estas labores y también formo parte de alguna de ellas aportando mi grano de arena sin mayores pretensiones, porque hasta ahora he ido haciéndolo todo desde la retaguardia, pero me he encontrado con la burocracia de unos y la parsimonia, los intereses o la pasividad de otros... y ahora nos encontramos con las manos vacías delante de la gente que lo necesita. Pienso que dentro de las parcelas en que cada uno lo quiera hacer o se sienta más a gusto, todos formamos parte de una unidad en la que el bienestar sólo se alcanza con la unidad final de todos sus integrantes, así que poniendo un poquito de la parte de cada uno, se podría hacer y si no lo hacemos, es por los motivos de siempre.