COMIENDO PAJA

Son increíbles los cambios que se van sucediendo a lo largo de los siglos. Cambian nuestras creencias, costumbres, formas de pensar, valores, prioridades, necesidades, formas de vivir, tradiciones... Así, algo tan tradicional en estas fechas navideñas como es el propio Belén, también ha cambiado. Ahora, en conjunción con los tiempos de crisis y recortes, hay dos nuevas bajas, dos desempleados más: el burro y la vaca. Además, la estrella que anunciaba el nacimiento de Jesús, ya no era tal, sino una supernova, o como sea que la ciencia haya decidido llamarla.
Curiosamente, la ciencia y sus razonamientos o descubrimientos, siempre ha parecido el enemigo de la religión, la magia y la superstición, pero como parece que la primera va ganando terreno, la segunda se acoge al dicho "si no puedes con tu enemigo, únete a él". Quizá, la religión ahora quiere comulgar con la ciencia.
Pero en realidad, ¿Qué coño (palabra censurable) importa que hubiese o no vaca y burro, que Jesús naciese en diciembre o en pleno verano, que fuese una estrella la anunciadora de tal prodigio, un planeta, un cometa o una nave extraterrestre, o que los reyes no fueran de oriente sino de occidente?. Al paso que vamos, seguro que no había ningún rey negro. Si estos son la clase de mensajes con los que se han quedado y nos quieren transmitir, apañados estamos.
Realmente, creo que si esas personas que se hacen llamar representantes de Dios en la tierra, se están calentando la cabeza en estas tonterías, no les importa ni se dan la más mínima cuenta del mundo en el que ahora vivimos y las necesidades reales de las personas. Cómo se nota que ellos tienen las espaldas bien cubiertas para que sean estas sus únicas preocupaciones o los mensajes que creen que han de transmitir al mundo, que seguro está expectante de atender a las payasadas de quienes se creen reyes, profetas, santos, gobernantes, de sangre azul, o de clase superior...
Así, los seres humanos nos hemos pasado la vida comiendo paja de toda clase; y parece que también hay quien se la hace mentalmente por no poder hacer otra cosa. Por eso, no había burro ni vaca: porque se habrían comido toda la paja y habría salido a la luz la aguja del pajar, como la verdad que pincha las conciencias. ¡Ya está bien de andar por las nubes y entre algodones!. ¡Ya está bien de predicar y charlatanerías!. Las personas necesitan apoyo, trabajo, refugio, casa, comida… Y eso requiere ser el ejemplo de acción, no predicar con el ejemplo de la vida de un Señor que sus llamados seguidores califican como modélico y que no siguen ni ellos mismos. ¡Dejemos las memeces para los animales, que parece que tanta evolución y avance no hayan servido de nada!.