PALABRAS Y OTRAS DROGAS


Hace poco fue el día mundial de la lucha contra las drogas y unos días antes, me invitaron a unas charlas sobre drogas en un instituto, como una herramienta de prevención. Curiosamente, hacía ya mucho tiempo que no paseaba por los pasillos llenos de esos adolescentes que quizá algunos califican de indisciplinados, que ya no tienen respeto por los profesores o los adultos o que no hacen otra cosa que pasar el tiempo, sin estudiar ni querer trabajar. Pero al fin y al cabo, quizá es más o menos lo que siempre han acabado diciendo todas las generaciones mayores sobre sus sucesores: “que a esta juventud no hay quien les entienda”. Quizá en realidad también se deba a que perdemos sintonía con el paso de los años.
La prevención sobre el uso indebido de las drogas, quizá es otra más de las grandes olvidadas, y más ahora, en tiempo de crisis. Debo decir que en estas charlas a las que acudí, a pesar de que no estaban mal y aportaban algunos datos interesantes, aunque quizá también demasiado técnicos y un poco desfasados, a menudo estuve a punto de dormirme, no sin poder haber observado como algunos de estos adolescentes también bostezaban; miraban hacia cualquier lugar sin prestar atención o incluso charlaban entre ellos. Ciertamente, la persona encargada de dar la charla, no conectó con su público adolescente. Quizá esta no siempre es una tarea sencilla, y más con los cambios en la educación, la disciplina o los valores, pero si algo de provecho se persigue sacar, como en este caso con una información útil como pueda ser la prevención ante del uso de las drogas, es necesario actualizarse y saber enganchar con el público, quizá como supo hacer la Unidad de Prevención Comunitaria en Conductas Adictivas de nuestra ciudad al organizar para este día, un partido amistoso de fútbol en el que pudieron participar los bomberos y otras entidades locales, aparte de algunos jóvenes que estaban en tratamiento por su adicción.
Esta actividad fue una muestra de implicación, participación y colaboración entre diferentes recursos de nuestra ciudad que quizá, arrastrados por el poder de convocatoria del fútbol, hizo que todos disfrutasen de la experiencia, y más esos jóvenes que necesitan apoyo y motivación para salir adelante lejos de las drogas, y en especial, en esta sociedad actual donde quizá los jóvenes también encuentran muchas dificultades para forjarse la personalidad y poder abrirse futuro.