PARIR EN TIEMPO DE GUERRA

Hace unos meses he sido padre y me sorprende ver la gran cantidad de niños que también acaban de venir al mundo, y más ahora, en estos tiempo tan difíciles de crisis, incertidumbre y desempleo. ¿Cómo es posible?. ¿Quizá no tenemos otra cosa mejor que hacer?. ¿Podremos garantizarles un buen futuro?.

Dicen que los niños siempre son una gran alegría y quizá es este el motivo por el que la gente ahora más que nunca, necesita tener niños, para experimentar alegría cuando todo está tan mal. Yo también llego en casa preocupado por el trabajo y ver la sonrisa de nuestra niña, es la mayor satisfacción que he experimentado desde que conocí a mi mujer. Me da fuerzas para seguir adelante y hacer lo que sea necesario para garantizar su supervivencia. Tengo ganas cada día de llegar pronto a casa y estar a su lado, viendo cómo crece día a día, feliz e indiferente a las preocupaciones de nuestra sociedad.

Si lo pensamos un poco, el ser humano ha vivido guerras, epidemias, hambre y desastres naturales de todo tipo y aun así, ha continuado trayendo hijos al mundo, adaptándose, sobreviviendo como ha podido. Resulta sorprendente esta muestra de valentía y de adaptación, a pesar de que algunos también lo podrían calificar de irresponsabilidad, pero quizá si por estos fuera, si nos dejásemos vencer por el miedo o la incertidumbre, igual ya nos habíamos extinguido como especie.

Quién sabe si estos años de bienestar y paz que hemos vivido, también nos han hecho acomodarnos, nos han sembrado miedo frente la inestabilidad y nos han hecho olvidar la valentía con la que nuestros antepasados nos trajeron al mundo en tiempos aún más difíciles de los que estamos viviendo. Así, el cambio y la adaptación, son elementos indispensables para no estancarnos y permitirnos la evolución, porque lo admitamos o no, puede resultar triste que el ser humano ha crecido, ha evolucionado más a base de conflictos, obstáculos y problemas, desarrollando ideas y tecnologías mayores que las que ha vivido en tiempo de prosperidad, paz y tranquilidad.