CON FRANCO VIVÍAMOS MEJOR

A pesar de que esta es una frase hecha que parece oírse aún por nuestro país, una dictadura es sinónimo de autoritarismo, pero sobre todo, de represión, donde parece que se gobierna haciendo uso del miedo. Y con el miedo, parece que todo el mundo se comporta. En cambio, con la democracia creemos que se tienen más en cuenta las libertades y derechos del individuo. Y acabamos por no respetar nada.

Así el otro día nos invitaron a un banquete en un restaurante y dos personas empezaron a fumar en la mesa, al lado de dos niños. A uno de ellos, la madre de los niños, una mujer fumadora que con total discreción había salido del restaurante cuando le apetecía fumarse un cigarrillo, le llamó la atención y este enseguida apagó el cigarrillo, pero la otra persona continuó fumando y defendiendo su derecho con fuego y espada. Pronto surgió así un tema acalorado como es que con la ley del tabaco no se podrá fumar en casi ningún lugar, incluso los parques donde juegan los niños. Mientras aquella mujer defendía entusiastamente que con su cuerpo hacía el que quería y que había conocido a mucha gente fumadora que no había sufrido ninguna consecuencia física, mientras otros no fumadores estaban sacando los pulmones por la boca, la conversación subía de tono.  Llegó a decirse que con tanta prohibición estábamos viviendo bajo una dictadura encuberta, donde no podíamos fumar donde nos apeteciese.

Muchos defendemos la libertad como un derecho y un valor que también va consiguiéndose con el progreso. Así parece que aquella mujer tenía razón, pero recuerdo con gran interés lo que un día le oí decir a otra persona; y es que “ser libre implica haber de ser responsable”. Lo cierto es que la palabra “responsabilidad” es la gran olvidada cuando hablamos de libertad. Parece que cada vez hay menos civismo y respeto. Somos ciudadanos menos responsables. Entonces es necesario ir metiendo nuevas leyes y prohibiciones porque no sabemos convivir muy bien con otra gente. Así, por ejemplo, cuando no hacemos caso de los límites de velocidad dentro de la ciudad es necesario poner sobre elevaciones del nivel de la calzada que golpeen los amortiguadores del coche. Tampoco se puede hacer fuego o acampar en la montaña porque tiramos muchos desperdicios o no tenemos en cuenta los posibles riesgos de incendio. Igualmente no podemos ir en moto o bicicleta por la sierra porque hacemos mucho de ruido o vamos de manera que causamos daños en los caminos. Las sanciones también cada vez son mayores, porque tampoco somos responsables al volante y seguro que si rebuscamos aún encontraremos muchas otras cosas.

Entonces podemos hablar de derechos y libertades, pero primero debemos aprender a ser más responsables, más cívicos, menos individualistas y menos indiferentes con lo que nos rodea, teniendo en cuenta que por el hecho de vivir en sociedad, todo esto es necesario, además de que también debemos cumplir con nuestras obligaciones como ciudadanos.