CARA O CULO

El otro día estaba con mi mujer y un amigo y los dos se pusieron a hablar de una persona que ambos conocían; charlar a las espaldas de otro, hecho muy común entre los seres humanos. Para uno era una bellísima persona y para la otra era la encarnación del propio demonio. ¿Cómo es posible que una persona pueda tener dos caras tan diferentes?. Quizá tiene que ver la simpatía entre las personas, sentimiento muy poco objetivo y bastante egocéntrico dentro de las relaciones humanas.

Igualmente tuve la oportunidad de conocer a una compañera de trabajo, que aparte de ser poco trabajadora y que no engranaba demasiado bien dentro del equipo, porque era muy resistente a cualquier cambio y boicoteaba todas las nuevas acciones, ella siempre se esforzaba en tratar de dar la imagen contraria ante cualquier otro que no la conociese o con el que pudiese haber más simpatía. No la despedían por miedo y por ser hermana de una persona influyente. Los compañeros se quejaban al jefe, pero este acababa diciéndoles unas palabras que después no tenía valor de decirle, o por lo menos ni tan siquiera era capaz de supervisarle el trabajo o exigirle un poco más. Cuando finalmente al cabo de muchos años se decidieron a despedirla de mala manera, aprovechando una baja de maternidad, ella en seguida sacó la cara de repuesto, y lo cierto es que se sabía vender como la víctima de las manías de los compañeros y defendiendo que siempre había sentado muy trabajadora y nunca había tenido ninguna queja.

En otro lugar, se vivía una situación semejante y cuando la gente se quejaba al presidente, él decía unas cosas que daban la razón a los que se quejaban. En otro contexto, cuando los que se quejaban no estaban delante, la razón la daba a la persona de la que habían quejado. Sólo una persona neutral que está en los dos contextos puede percatarse de esto. ¿Qué podemos opinar?.

Parece que nos gusta mucho jugar a dos bandas y ganarse siempre a la audiencia que tenemos delante. Sin duda es toda una muestra de la mayor falsedad humana y de nuestra incapacidad para la conciliación, labor de todos cuantos ostentan cargos como presidentes, políticos, alcaldes, jefes...

Así que para evitar estas situaciones, pienso que lo mejor es tratar siempre todos los temas conflictivos a la cara ante todos los implicados. Sin duda es tarea difícil que puede convertirse en toda una batalla campal entre dos egos diferentes si no lo hacemos ante un buen mediador, y si el deseo de las dos partes no es llegar a la conciliación. Parece que no somos conscientes de que si en lugar de cambiar de cara, solucionamos los conflictos y acabamos llevándonos bien, todo nos irá realmente mejor.